¿Te pasa que te gustaría teletrabajar más días… pero en tu empresa no están por la labor? No eres la única persona. En 2025 el modelo que más crece es el híbrido (una mezcla de casa y oficina). El remoto 100% pierde fuerza y cada vez más compañías piden, al menos, alguna presencia semanal.
La realidad es sencilla: muchas personas quieren más flexibilidad y más días en casa, mientras que muchas empresas prefieren vernos las caras con cierta frecuencia. De ahí nace esa brecha de expectativas que todos notamos: tú pides tres días en remoto, la empresa ofrece uno o dos… y ambos sentís que cedéis demasiado.
Por qué importa
- Porque afecta a tu conciliación y a tu energía diaria (traslados, horarios, rutinas).
- Porque influye en la cultura del equipo: cuando nos vemos, conectamos; cuando no, necesitamos otros rituales.
- Y porque, seamos honestos, aún hay quien piensa que se asciende más estando más presente en la oficina.
Si trabajas en una empresa (y quieres que el híbrido funcione)
- Acordad las reglas del juego: qué días se va, para qué se va y qué se espera de cada persona.
- Gestionad por objetivos, no por horas conectadas. Que quede claro qué es “hacer bien el trabajo”.
- Rituales híbridos: reuniones clave presenciales, bloques de “deep work” en remoto y horarios comunes para resolver cosas rápidas.
- Cuida la salud mental del equipo: ventanas de desconexión real e higiene de reuniones (menos, más cortas y con propósito).
Si eres profesional (y quieres ganar flexibilidad)
- Habla en términos de valor: qué mejoras (productividad, calidad, foco) cuando trabajas desde casa.
- Propon un piloto: un mes con X días en remoto, métricas claras y revisión al final.
- Cuida tu visibilidad: comparte avances por escrito, pide feedback y participa en los momentos clave del equipo (aunque toquen en presencial).
- Pon límites sanos: horarios realistas y notificaciones silenciadas fuera de hora.
Conclusión
El teletrabajo ya no es una moda: el híbrido se queda. La clave está en alinear expectativas y pasar del “control” a la confianza. Cuando empresa y personas se entienden, todos ganan: productividad, bienestar y ganas de quedarse.


