En los últimos años habíamos visto un ligero repunte del trabajo en remoto, motivado por el avance de las nuevas tecnologías y el hecho de contar con una mejor conexión a Internet. Esta tendencia se ha disparado de forma importante a raíz de la pandemia del COVID.
Si ya desde hace años contábamos con la tecnología necesaria, fueron las necesidades derivadas del COVID las que hicieron ver a un buen número de trabajadores/as y de empresas, que era posible ejercer un buen desempeño laboral sin estar presencialmente en la empresa.
Por otra parte, también se ha normalizado el hecho de trabajar desde casa. Recuerdo que cuando yo empecé hace unos 10 años, la gente veía el teletrabajo como algo extraño y muchas personas no se llegaban a creer que esto fuese posible. Hoy en día se acepta como una modalidad más y cada vez existe mayor regulación laboral que permite tener unas condiciones similares a las personas que trabajan desde la oficina.
¿CÚAL ES LA SITUACIÓN ACTUAL DEL TRABAJO EN REMOTO?
En este momento estamos ante un doble escenario, por una parte, algunas empresas están volviendo a la presencialidad mientras que otras quieren aprovechar el impulso, permitiendo a los trabajadores/as seguir trabajando desde casa si así lo desean.
A nivel legal, se está empezando a regular, pero este proceso va muy lento, puesto que aún hay poca trayectoria y algunos puntos están en el aire. Esto provoca inquietudes tanto para las empresas como para los trabajadores, que no saben muy bien a qué acogerse en ciertos momentos.
Hoy en día, después de la experiencia de estos últimos años, se van conociendo cada vez más las ventajas e inconvenientes del teletrabajo, muchas personas lo han vivido en primera persona, y en función de ello tienen una opinión formada, y en la red podemos encontrar diversas experiencias tanto positivas, como negativas.
Creo que estamos viendo nacer una nueva forma de trabajo, especialmente en España, donde aún se vincula mucho la productividad con la presencialidad, y existen reticencias y dudas.
¿QUÉ PASARÁ EN UNOS MESES?
Lo más probable es que a corto plazo se vaya regulando mejor todo lo relacionado con el trabajo en remoto, algo que probablemente generará mayor seguridad tanto para empresarios/as como para trabajadores/as, puesto que en muchos puntos depende de la voluntad de unos y otros que las tareas puedan desempeñarse correctamente.
A corto plazo es poco probable que se generalice el teletrabajo “puro” (salvo en algunos puestos muy concretos), pero parece que las empresas tenderán a flexibilizar sus horarios y a combinar el trabajo en la oficina con el trabajo fuera de casa. Algo que poco a poco también empezarán a demandar los empleados, ya que esto les permitirá conciliar vida laboral y personal, así como organizar mejor sus tiempos de ocio, viajes…
¿OFICINA O CASA? ¿DONDE TRABAJAREMOS DENTRO DE UNOS 3 AÑOS?
La consultora Boston Consulting Group ha elaborado un informe llamado “Nuevas formas de trabajar. Reflexiones sobre el futuro”, en el se reflexiona sobre los cambios de estos últimos tiempos y también se plantea como será el escenario de cara al futuro.
Los resultados del informe van en la línea de lo comentado anteriormente: 6 de cada 10 empresas apostarían por un modelo híbrido con dos o tres días de trabajo en la oficina y el resto fuera de ella. Solo el 10 % limitaría el teletrabajo lo máximo posible.
Por otra parte, los profesionales consideran que sus jefes deberían cambiar su mentalidad, solicitan mayor flexibilidad horaria, facilidades para conciliar…
Aún hay dudas, pero lo que parece claro es que el mundo laboral está cambiando: reducir la semana laboral (de 5 a 4 días), trabajo en remoto, fomento de la conciliación, importancia de la salud mental… En los próximos tres años es probable que vayamos viendo que estas ideas incipientes van tomando forma, también saldrán diversos estudios, normativas… que dibujen un nuevo panorama laboral.
¿ES EL TELETRABAJO EL FUTURO?
Es difícil aventurar qué pasará a largo plazo, puesto que hay muchas variables en juego, pero viendo cómo estamos en estos momentos, la tendencia parece clara: el teletrabajo irá en aumento.
Además de la mayor predisposición a nivel social, de trabajadores, empresarios y a nivel político y judicial, si ponemos el foco en las nuevas generaciones, vemos que para ellos “lo digital” es un entorno totalmente conocido, en el que se encuentran cómodos, cada día cuentan con más recursos, más formación y experiencia.
Los jóvenes también valoran más el disfrute de su tiempo libre, al menos yo lo percibo así. Creo que nuestra generación, los que rondamos los 40, teníamos claro como “era el mundo”: primero estudias y luego trabajas, y si es en un empleo fijo mejor.
Ellos viven en un mundo más cambiante, estudian, trabajan, luego vuelven a estudiar, hay mayor movilidad laboral, y flexibilidad. No quieren vivir para trabajar, sino trabajar para vivir.
Y ya si pensamos en los más pequeños, la mayoría de los niños quieren ser “Youtubers”, programadores, tiktokers, han vivido una escolarización virtual por la pandemia, en muchos coles ya trabajan con tablets, ordenadores… Este es el mundo que tienen ante sus ojos, por lo que a ellos todo esto que a nosotros aún nos causa dudas y desconfianza, es su día a día.
¿QUÉ SUPONE ESTO PARA EMPRESAS Y TRABAJADORES?
Parece que las empresas tienen que dar respuesta a esta nueva necesidad que va surgiendo, tendrán que contemplar en sus planes estratégicos esta nueva realidad, para poder ir preparándose para esta nueva realidad si no quieren quedarse atrás. Al fin y al cabo, si sus competidoras ofrecen mejoras a sus empleados a nivel de conciliación y flexibilidad, esto supondrá una desventaja importante a la hora de contar con el personal más cualificado.
Por otra parte, los/as trabajadores/as, tendrán que ponerse al día en todo el tema digital, puesto que cada vez les requerirán más habilidades relacionadas con las nuevas tecnologías, conocer nuevos recursos y nuevas formas de trabajar.
Y tú, ¿qué crees que pasará con el teletrabajo? ¿Te sientes preparado para lo que parece que va a venir?
