La salud y el trabajo siempre han estado muy reñidas, y a lo largo de la historia se han desarrollado distintas políticas y acciones encaminadas a reducir el impacto del trabajo en la salud de los trabajadores, tanto a nivel físico como psicológico.
Nuevos retos para la salud física y mental de los teletrabajadores
Actualmente, con el auge del teletrabajo nos encontramos con nuevos retos a los que tenemos que dar respuesta, lo que nos lleva a la necesidad de poner en marcha nuevas medidas preventivas y paliativas, para promover una salud integral.
CAMBIOS A NIVEL LABORAL QUE INCIDEN EN LA SALUD
La sociedad actual ha traído diferentes formas de interaccionar en todos los ámbitos, están cambiando las relaciones laborales, los negocios y el comportamiento de la empresa. El teletrabajo está irrumpiendo en las empresas y con ello nuevas necesidades a nivel gestión y organización, así como un marco legislativo que permita que las condiciones laborales sean las adecuadas independientemente de la presencialidad de los empleados.
El teletrabajo en sí no tiene porque ejercer una influencia positiva o negativa sobre la salud del trabajador/a, pero si es necesario tener en cuenta ciertos factores contextuales que si van a incidir. Además, aún no se saben las consecuencias a medio y largo plazo, por lo que tenemos que ser precavidos e ir valorando y tomando las medidas oportunas para que la salud no se resienta.
Algunas de las ventajas ya ampliamente conocidas son: aumento de las oportunidades laborales, flexibilidad laboral, reducción de estrés, facilidades de conciliación…
En cuanto a los inconvenientes pueden estar: ergonomía (no contar con un espacio limitado para el trabajo, requisitos en cuento a luminosidad, temperatura, mala equipación de mobiliario…), problemas relacionados con los horarios (trabajar poco o en exceso, no respetar biorritmos…), problemas relacionados con el atuendo (el pijama, p.ej.), distractores potenciales (visitas, otros familiares…)…
TELETRABAJO Y SALUD MENTAL
Dentro de las consecuencias para la salud psicosocial podemos diferenciar dos grupos: las relacionadas con el uso de las TICs y las relacionadas con el teletrabajo en sí.
Con respecto a las primeras, podemos resaltar las siguientes:
- El estrés que genera la necesidad de adaptarse continuamente a nuevos equipos y sistemas, la necesidad de formación continua, de estar al día de lo nuevo que va saliendo para no quedarse atrás.
- Relacionado con lo anterior, las nuevas tecnologías generan lo que se ha denominado “tecnoestrés” , que tiene dos vertientes: la tensión ante la imposibilidad o dificultades para manejarse con estas herramientas, o bien, la obsesión por revisar a cada momento el móvil, correo electrónico, extender las horas laborales por estar conectado a Internet…
- Es necesaria una actualización constante de equipos y herramientas, lo que también puede ser un estresor.
Pasando a los riesgos específicamente relacionados con el teletrabajo nos encontramos:
- Percepción de soledad, problemas relacionados con las nuevas formas de comunicación e interacción laboral.
- Percepción de estancamiento profesional
- Dificultad para compaginar trabajo y familia
- Falta de una completa regulación legal e institucional
- Desajuste entre las características idóneas para el desempeño laboral y aquellas de las que el teletrabajador disponga.
- Falta de control externo o supervisión, afectando a los horarios y ritmos biológicos
TRABAJO EN REMOTO Y SALUD FÍSICA
En la salud física los factores potencialmente nocivas están relacionados más con el hecho de trabajar en casa.
- En este tipo de tareas las actividades se realizan sentados, por lo que el sedentarismo es una realidad, y como todos sabemos, esto se relaciona con el agravamiento de diferente tipo de enfermedades.
- Mayor facilidad de acceso a la comida en cualquier momento de la jornada, generalmente alimentos muy calóricos. Esto también lleva al descontrol de horarios, no se respetan los descansos entre comidas…
- Otros comportamientos compulsivos relacionados con la ansiedad y el menor control externo y de horarios: tabaquismo, abuso de sustancias, o incluso de fármacos.
En relación a este tema, también vamos a hacer una breve mención a la ergonomía y ambiente laboral, ya que, por el hecho de trabajar desde casa, este tema puede estar menos controlado y en peores condiciones. En concreto:
- La ergonomía de los equipos informáticos: puede llevar a trastornos como el síndrome del túnel carpiano, trastornos relacionados con la exposición a las pantallas de los ordenadores…
- La higiene del puesto: luz, temperatura…
- La interacción trabajo-doméstico puede crear tensiones en el funcionamiento laboral y familiar, dificultad para diferencia horarios.
Las oficinas en casa tienen que adaptarse, por tanto, a las necesidades del trabajador, y cumplir con los mismos requerimientos mínimos que tendría que cumplir el ambiente de trabajo: iluminación, temperatura, calidad de los útiles del trabajo…
Como hemos comentado anteriormente, a nivel legal aún hay muchos temas en el tintero, y el tema de la salud será clave para que los teletrabajadores estén en igualdad de condiciones. También es necesario una mayor concienciación por parte de los empleados, especialmente el hecho de tener diferenciados los ambientes y los tiempos de trabajo y descanso.
FUENTE: Papeles del psicólogo